Continuando con los reportes de la coordinación académica del equipo de Regeneremos Coquimbo, hemos dedicado varias sesiones a mirar lo que tienen en común nuestros programas educativos, y los énfasis específicos de cada uno. Identificamos distintos referentes, teorías, conceptos y propuestas metodológicas que utilizamos de forma transversal en nuestros procesos formativos, y otros más focalizados en alguna dimensión particular (ecológica, social, económica, cultural, espiritual). Ver la columna anterior.
En nuestra exploración más reciente, nuestro co-equipero Marco Gutierrez propuso la reflexión sobre la ubicación de estos distintos referentes, en cuanto a su cercanía o lejanía respecto del sistema degenerativo vigente. Me imaginé un espectro, un eje desde lo degenerativo hacia lo regenerativo, sobre el cual podríamos situar conceptos, objetivos, marcos, modelos teóricos; y también técnicas, métodos y prácticas muy concretas, para compararlos todos en una misma escala, con el único indicador de nuestra intuición. Como una invitación a reflexionar juntos, quiero darle rienda a esta idea.
Estábamos en un grupo pequeño analizando herramientas y teorías del ámbito económico, y claramente identificamos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, en especial su Objetivo 8: Trabajo Decente y Crecimiento Económico, como un elemento muy cercano al sistema degenerativo actual. Quizá por la mitad del espectro degenerativo-regenerativo podríamos ubicar el movimiento cooperativista, con una base ética de equidad, solidaridad y compromiso con la comunidad, pero que no necesariamente cuestiona las bases fundamentales del sistema actual.
Lo mismo ha pasado con otras propuestas, como la Economía de la Rosquilla, que Kate Raworth define como “economía regenerativa y distributiva por diseño, en un espacio justo y seguro para la humanidad, dentro de los límites planetarios”. Ya hemos transgredido seis de los nueve límites.
Nuestra conclusión, para bien o para mal, es que la gran mayoría de las herramientas que utilizamos como Corporación Educacional están agrupadas más cerca de la visión y acción regenerativa; en ese lugar donde las propuestas nacen de la observación de los patrones naturales y de la naturaleza de nosotros mismos como seres vivos.
Aquí situaríamos la propuesta del decrecimiento de Latouche, la de las 8 formas de capital de los compañeros de Gaia University Roland & Landua, y todo el trabajo sobre el Desarrollo a Escala Humana de nuestro respetado coterráneo Manfred Max-Neef. La ética de la permacultura respecto de la repartición justa resume el trasfondo de las economías en sus formas más antiguas, basadas en el regalo y el trueke, en lo perdurable y lo biodegradable, y sus aplicaciones colaborativas, como los bancos de tiempo y las monedas locales.
¿Qué tan degenerativas o regenerativas son estas distintas propuestas? Le pedí apoyo a nuestro co-equipero Pablo Villoch, y me propuso que agregáramos un eje vertical al análisis, otro elemento de ordenamiento, donde arriba fuera abstracto, teórico, conceptual y abajo fuera concreto, práctico, procedimental. Y su invitación genial (!) que comparto ahora con nuestra comunidad de práctica, para elaborar un gráfico interactivo de nuestra percepción sobre estos conceptos y herramientas.
Participa en este enlace https://www.menti.com/alzv1gghwfwk
Y observa los resultados emergentes:
Escrito por Francisca Escobar Molinari, con aportes de Gurujiwan Kaur, Pablo Villoch y Marco Gutiérrez, de Corporación ERES. Gracias también a las participantes del Círculo de Coordinación Académica que formaron parte de la conversación que dio origen a esta publicación.
La imagen del encabezado es una creación de la Corporación ERES.